Paraíso de Idiotas y el cine 2.0

Una película donde los usuarios son también productores, es la idea base de Paraíso de Idiotas, el primer proyecto cinematográfico de crowdfunding en Latinoamérica, licenciado con Creative Commons (CC).

La inciativa, que es también el primer largometraje de la productora Silla Films, será lanzada oficialmente el 16 de noviembre en el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar, aunque ya comenzó a recaudar fondos con la campaña “Yo soy Productor“, que invita a los usuarios a entregar dinero y formar parte activa del largometraje.

Innovación y colaboración son dos conceptos que están marcando la pauta entre las industrias creativas de nuestro tiempo, y el crowdfunding -modelo basado en compartir la financiación de un proyecto entre todas las personas que deseen apoyarlo- es la manera que los creativos están adoptando para utilizar Internet como una herramienta estratégica que permita conseguir mayor difusión, distribución y financiamiento de sus obras.

En España, El Cosmonauta es un ejemplo claro del alcance que puede tener esta estrategia mezclada con acción empresarial. Al liberar el material con CC, los usuarios pueden utilizarlo y generar nuevas obras a partir de ellos. Así, han lanzado concursos como el Teaser Remix Experience, donde permitieron al público remixar algunas de las imagenes de la película y generar un nuevo material a partir de ello. El video ganador es, tal como lo describió el jurado, “inspirador”.

Benjamín Sandoval, director general de Paraiso de Idiotas, cuenta que una de las principales razones que los motivó a utilizar el crowdfounding como modelo para gestionar el filme fue hacerse parte del cambio que se está viviendo en la manera de transmitir contenidos: “Es una forma de demostrar la conciencia que se tiene del panorama actual y de saber utilizar herramientas como el internet a nuestro favor y no verlo como un depredador de nuestras obras, sino como el verdadero puente a su realización exitosa. Pensar en generar obras sin el libre compartir, al menos para nosotros, es tiempo del pasado”.

En este escenario, licenciar con Creative Commons significa entregar la libertad para que los usuarios -ahora productores- se hagan parte del proyecto de manera activa generando experiencias compartidas y potenciadas como comunidad: “Sabíamos que algunas películas chilenas habían licenciado con CC, pero ninguna entregaba el beneficio de la modificación y beneficio comercial, cuestión que para nosotros era fundamental, ya que la idea es generar la total propiedad de la película a las personas que, a través de su financiamiento, nos permitieran realizarla”, afirma Sandoval.

Uno de los puntos más destacables de contar con un proyecto de esta índole en Chile, está en el camino que abre para que realizadores audiovisuales se inspiren y desarrollen iniciativas similares, asunto que en cierta forma, viene a abrir una vía de acción que intenta dar una opción de solución al gran problema que afecta a la industria cinemetagráfica nacional: su financiamiento.

Tal como sentencia Sandoval, “el cine independiente en Latinoamérica tiene un problema en todas sus fases y la solución no es más dinero del Estado, sino que es generar modelos de distribución y participación, como en nuestro caso de la financiación y la interactividad de la historia, que permitan a personas de todas partes del mundo tener acceso e interacción con una obra. El cine se concibe para ser visto por la gente y ellos están en todas partes del planeta, la mejor forma para llegar a ellas según nuestras realidades de cine independiente, es Internet”.